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El miedo y la confusión se encuentran en el corazón de los mitos sobre el cáncer de mama. Sin embargo, la detección y el tratamiento de esta enfermedad han mejorado drásticamente.
Mito: El cáncer de mama se ha convertido en una epidemia entre las mujeres jóvenes.
Realidad: A pesar de que existen más mujeres en riesgo, el 95% de los casos de cáncer de mama se producen en aquellas de 40 años o más. Más de 3/4 de los casos se presentan en mujeres de 50 años o más.
Mito: Las mujeres que no poseen un historial familiar de cáncer de mama no se encuentran en riesgo.
Realidad: La mayoría de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama no poseen parientes cercanos con la misma enfermedad. Por esta razón, todas las mujeres tienen que seguir las recomendaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica.
Mito: Las mamografías son dolorosas.
Realidad: Los mamógrafos modernos están diseñados para minimizar el grado de incomodidad, pero la compresión del seno resulta esencial para las mamografías de alta calidad. Como los senos pueden estar más sensibles antes o después de la menstruación, se debe programar el exámen para otro momento.
Mito: Los antitranspirantes y los sujetadores con aros causan cáncer de mama.
Realidad: Este rumor se extendió con rapidez vía e-mail, pero ningún estudio ha demostrado que la utilización de antitranspirantes o de algún tipo de sujetador aumentan el riesgo de sufrir cáncer de mama.
Mito: Detectar el cáncer de mama significa perder un seno.
Realidad: En un momento determinado, la mastectomía se convirtió en la terapia estándar. Hoy en día, sin embargo, existe más de una opción. La combinación de la lumpectomía y la radiación es lo que se realiza con mayor frecuencia.
La palpación de las mamas es el examen más importante. Sin embargo, sólo permite detectar los tumores visibles o palpables.
El cáncer de mama puede evolucionar durante años sin presentar ningún síntoma, dolor o abultamiento evidente.
Las mujeres deben tomar consciencia de la importancia de la autopalpación para la detección precoz del cáncer de mama.
La autopalpación consiste en buscar un posible abultamiento en la mama. Las mujeres deben realizar esta autoevaluación cada mes, después de la menstruación.
La mujer debe situarse frente a un espejo para revisar las dos mamas y verificar que no existan secreciones en el pezón, erupciones cutáneas, pliegues anormales o que la piel del seno no esté descamándose.
Levanta el brazo derecho y con tres dedos de la mano izquierda bien extendidos palpala mama derecha haciendo pequeños círculos. Repite este ejercicio en la otra mama.
Pasa los dedos por encima de la piel y trata de identificar algún abultamiento u hoyuelo.
Debemos ser conscientes de que la prevención es el mejor remedio a este mal, por tanto la realización de autoexámen y mamografías son cruciales para una detección precoz.
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