Es un método de relajación que estimula la linfa del cuerpo brindándole un buen funcionamiento a todos los órganos, capaz también de solucionar muchos problemas estéticos.
Es interesante resaltar que si bien el DLM (drenaje linfático manual) fue descubierto en forma intuitiva y un poco visionaria por Emil Vodder, durante mucho tiempo fue considerado un método alternativo, es decir, no académico, que en la actualidad goza ya de una base científica bien estructurada gracias a los años de investigación de numerosos médicos y científicos. El conocimiento y la profundización de esta técnica requiere saber y entender no solo los aspectos teóricos del método, sino también la manipulación manual. Para comprender los beneficios que tiene el drenaje linfático sobre el organismo, antes es necesario entender otros aspectos fundamentales.
¿Qué es la linfa?
La linfa está constituida por masa líquida (agua más electrolitos), proteínas procedentes del plasma sanguíneo, grasas y restos de células muertas y bacterias. Mediante el drenaje linfático manual se aumenta la capacidad de transporte de los vasos linfáticos y ayuda a vaciar los edemas.
Órganos linfáticos
El sistema linfático está formado por una serie de órganos y un sistema tubular (vasos linfáticos) con estructuras y funciones bien diferenciadas. En los órganos linfáticos se forman una células denominadas linfocitos que desempeñan un papel fundamental en los mecanismo defensivos de nuestro organismo. Estos órganos son los siguientes: Médula Ósea, Timo, Amígdalas, Bazo y Ganglios Linfáticos.
Efectos del Drenaje Linfático Manual en el organismo
Desde que, a mediados de los años 30, Emil Vodder y su esposa crearon e introdujeron con éxito el drenaje linfático manual en los tratamientos médicos, su campo de indicaciones médicas se amplió y profundizó.
Actualmente en Clínica Riba recomendamos el DLM tanto antes como después de algunos tratamientos y cirugías.
Los efectos drenantes ayudan a que los productos infiltrados en la piel sean absorbidos con más eficiencia y por tanto su efecto sea más rápido y óptimo.
En los procesos post-operatorios favorecen la eliminación de inflamación, morados, además de proporcionar relax y bienestar en la zona intervenida.
En la Hidrolipoclasia en concreto son claves los masajes de drenaje linfático post-tratamiento.
Acción anti-edematizante
El DLM es capaz de vaciar un linfoedema a través del masaje y así evitar problemas vasculares.
Edemas del embarazo
Por una serie de cambios hormonales en el organismo femenino, se produce una retención de agua más o menos manifiesta en los primeros meses del embarazo, a la que se suma una disminución del tono muscular de venas y vasos linfáticos. Con el drenaje se logra deshinchar las zonas más afectadas y mantener la circulación de la sangre sin alteraciones. Antes de practicarlo siempre se recomienda consultar previamente al médico.
Fibras musculares
El DLM puede influir tanto en los músculos estriados como en los lisos. En la musculatura esquelética (estriado) ejerce un efecto relajante en caso de encontrarse tenso este tipo de músculos; en la musculatura visceral (lisa) cuando son sometidas a una serie de estímulos suaves reaccionan mejorando y activando su automatismo. Este efecto es particularmente interesante en la musculatura lisa, intestinal y la de los vasos sanguíneos que a veces se manifiesta en forma de palidez de la piel sobre la que se aplica el DLM.
Acné
Al llegar a la pubertad, se produce en los adolescentes un incremento de las hormonas sexuales, que da lugar a una mayor actividad de las glándulas sebáceas, hasta tal punto que en muchas de ellas se produce un taponamiento. El efecto drenante, antiedematizante y limpiador del drenaje linfático va a mejorar claramente la respuesta de la piel a los diferente tratamientos del acné.
Celulitis
El drenaje representa una ayuda importante para favorecer el drenaje (salida) de los residuos acumulados en las partes afectadas por la celulitis.
Diferencia entre Masaje y Drenaje Linfático Manual
Masaje Corporal
Mejora la microcirculación, activando los procesos de filtración y reabsorción que se verifican en ellos, por lo que se activa la movilización y la eliminación de residuos presentes en los músculos y en el tejido conjuntivo de la zona tratada.
Regula el tono muscular, especialmente de la musculatura estriada o esquelética de nuestro cuerpo.
Mejora o mantiene la elasticidad de músculos, tendones, ligamentos y otras estructuras del tejido conjuntivo a las que también va dirigido.
Efecto estimulante inicial al que sigue un efecto relajante, tanto físico como psíquico.
Drenaje linfático manual
Actúa sobre los vasos linfáticos activándolos, con lo que se mejora la eliminación del líquido intersticial y de la linfa que por determinadas circunstancias patológicas haya podido acumularse en algunas zonas del cuerpo. No aumenta en cambio la filtración en los capilares sanguíneos, como ocurre en el masaje corporal.
Influye sobre las fibras musculares estriadas y lisas.
Va dirigido a activar la circulación linfática, especialmente la subcutánea.
Al tratarse de manipulaciones suaves, lentas y repetidas ejercen un apreciable efecto vagotónico (antiestrés) por activación del sistema nervioso vegetativo de la relajación.