La importancia de la piel
La piel habla de nosotros, de cómo nos sentimos, cómo somos y qué nos hace daño. El estrés puede reflejarse en nuestra piel, así como muchos estados de ánimos, alimentos que hayamos consumido y nos dañen también nos lo harán notar a través de la piel. Este órgano que nos protege de agresiones externas y es además el medio de nuestro sentido más sensible, el tacto. Muchas veces no le damos la importancia que deberíamos, y cuando vemos los signos de una piel deshidratada ó envejecida nos vienen las urgencias. La hidratación es fundamental para tener una piel saludable y evitar el envejecimiento prematuro.
En la epidermis hay entre un 60 y un 75% de agua. Pero las altas o bajas temperaturas, el mar, el viento y el sol, contribuyen a deshidratar nuestra piel. De esta forma, la misma reduce su tono flexibilidad y brillo. Lo mejor para tener una piel sana e hidratada es llevar una dieta rica en líquidos, y utilizando productos dermatológicos con principios activos que aporten humedad y mejoren su capacidad de retención.
Aliados de la piel
El ácido hialurónico es un gran aliado en lo que se refiere a la hidratación de nuestra piel, posee la capacidad de retener agua en mayor grado que cualquier otro polímero natural o sintético, a modo de esponja molecular.
Existen en el mercado muchas cremas que contienen este ácido, aunque cuando se quiere hidratar en profundidad o rellenar surcos o pequeñas arrugas es la infiltración de ácido hialurónico la vedette en medicina estética por sus grandes ventajas.
El Silicio normaliza el contenido de agua en la piel asegurando su elasticidad.
También es muy importantes aplicación de productos con activos antirradicales libres, que ayudan a prevenir el envejecimiento producido por las radiaciones ultravioletas.
La Vitamina C no solo nos protege del envejecimiento sino que repara, en cierta medida, los daños ocasionados por el sol y la contaminación. Con ella se consigue reducir las arrugas y las manchas, además de otorgarle brillo a nuestra piel.
El descanso es fundamental para lucir una piel luminosa. En no dormir bien provoca cansancio, mal aspecto, dificultad de concentración, falta de reflejos, y además envejece! El organismo necesita recuperarse del esfuerzo diario, y lo hace durante el sueño. Si le escatimamos tiempo de reposo, lo refleja, entre otras manifestaciones, con una aceleración del envejecimientoque no sólo se percibe a la mañana siguiente, sino también al cabo de los años.
La tranquilidad. Cuando estamos bajo tensión contraemos los rasgos: fruncimos el entrecejo, la boca se curva hacia abajo, entrecerramos los ojos; ésto de por sí ya basta para causar arrugas poco agradables, pero el estrés también se traduce en una mala oxigenación de la piel, una mayor irritabilidad y una pérdida de tono que, cuando se hace crónica, sólo sirve para ponernos años. Para combatir el estrés lo mejor es tener una “buena” respuesta a las situaciones complejas de la vida. Debemos darnos un respiro ya que no sólo estaremos haciendo el bien a nuestro estado anímico, sino también a nuestra piel.
El agua en la piel
La única forma natural de incorporar agua al organismo es a través de la ingesta de líquidos y alimentos (de afuera hacia dentro).
Los productos cosméticos actúan de diferente manera. Ellos estimulan y preservan los mecanismos que hacen que la piel conserve el agua que tiene y no la pierda. Pero no puede incorporarse agua a través de la piel, por definición es impermeable.
Como cada persona es única y así lo es también su rutina y modo de vida, no todos poseemos las mismas características en la piel. La genética y el grado de exposición al medio ambiente nos darán una peculiaridad, y en base a ella deberemos cuidar nuestra piel para que esté más sana y joven.
¿Hidratar, humectar o nutrir?
Desde el punto de vista médico, se denomina hidratación a la incorporación de agua al organismo. y al hablar de humectación, se refiere a cualquiera de los recursos dermato-cosméticos que tienen como finalidad mejorar la retención de agua en la piel.
Las cremas humectantes hidratan la piel devolviéndole el agua perdida y la humedad natural.
Las cremas hidratantes también devuelven el agua que necesita cada piel. Pero brindan además, hidratación profunda.
Las cremas nutritivas, devuelven a la piel los elementos nutritivos necesarios para su equilibrio. Con ellas se pretende detener la atrofia del tejido subcutáneo, el relajamiento de la piel, y el envejecimiento prematuro. Son más complejas, porque contienen diferentes compuestos que actúan previniendo la formación de líneas, arrugas y surcos.
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La mesoterapia aplicada consiste en: oligoelementos y vitaminas, botox, ácido hialurónico, sculptra (ácido poliláctico), factores de crecimiento plaquetario, además de un peeling y fotorejuvenecimiento IPL.
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