La dieta hipocalórica en casos de obesidad tiene como objetivo reducir la aportación de energía al organismo, alrededor de un 40% respecto de lo que la persona consumía antes de comenzar el tratamiento.
El seguimiento continuado del paciente con obesidad por parte del personal experto en dietética, que vaya modificando las normas según la evolución, es crucial a la hora de realizar este tipo de dietas.
La individualización de la dieta llevada a cabo por profesionales es fundamental para aumentar el éxito.
De todas maneras, hay unos cuantos alimentos desaconsejados para la mayoría de las personas con obesidad, ya que son muy concentrados y no son esenciales para el equilibrio alimentario.
Alimentos desaconsejados
Azúcar. Confituras. Miel.
Chocolate. Cacao
Bollería. Helados.
Snacks.
Fruta disecada: pasas, higos, ciruela…
Fruta seca grasa: almendras, avellanas, cacahuete, nueces…
Aguacate. Aceitunas.
Carne grasa. Charcutería. Conservas de carne.
Pescado graso. Pescado en aceite o escabeche.
Caldos graso. Pués instantáneos. Sopas de sobre.
Bacon. Manteca. Chicharrones.
Quesos grasos. Quesos fermentados.
Yogur de frutas. Yogur azucarado.
Bebidas refrescantes azucaradas. Alcohol: cerveza, licores, aperitivos, vinos, etc.
Alimentos permitidos
Carne: buey, ternera, caballo, cerdo magro, carne sin grasa en general.
Aves: pollo, pavo, paloma.
Caza: conejo.
Pescado magro, moluscos, crustáceos…
Leche desnatada. Yogures naturales. Quesos desnatados sin azúcar.
Verdura en general.
Zanahorias, alcachofas, cebollas, calabaza; se han de consumir en cantidades moderadas.
Café. Té. Infusiones.
Aguas minerales.
Especies. Condimentos.
Alimentos básicos que se han de incluir en la dieta en cantidad limitada
Lácteos
Fruta
Carne y/o pescado y/o huevos
Aceite de oliva
Recomendaciones
No conviene limitar el aceite a menos de dos cucharadas soperas al día, porque proporciona ácidos grasos esenciales.
Se ha de beber bastante agua, sobretodo entre comidas, para sentirse saciado y evitar picar entre horas. Es importante resaltar que el agua no engorda, ni durante las comidas ni entre ellas.
El hecho de beber agua de baja mineralización hace aumentar la diuresis, además de ayudar al riñón en su buen funcionamiento.